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La Web 2.0: Internet en la «edad de la inocencia».

Enviado el May 05 2009 a Destacados, General, Noticia, Uncategorized | Etiquetas: , , , , ,

Estamos asistiendo a un profundo cambio en los sistemas sociales y productivos. Dicho cambio, sin duda catalizado por la crisis financiera, dará lugar a nuevos modelos que aún no conocemos con exactitud. El salto de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento está utilizando a Internet como la tecnología indispensable para afrontar dicho cambio.

Pero ¿Qué nos deparan los próximos años? La prospección en un campo en continua aceleración, como es la tecnología, no resulta demasiado confiable… No obstante, si podemos comenzar a vislumbrar el cambio que se vecina para el próximo lustro.

Suena con fuerza cómo la web 2.0 puede ser el motor del cambio.

El término Web 2.0 fue acuñado por O’Reilly Media en 2004 para referirse a una segunda generación de Web, basada en comunidades de usuarios y nuevos servicios de interacción como las redes sociales, los blogs, los wikis o las folksonomías, que fomentan la colaboración y el intercambio de información.

Sus características re resumen en ser sistemas abiertos, colaborativos, y en continua evolución. . .
Mas que un avance tecnológico, se trata de un cambio de perspectiva que reivindica el papel del ciudadano (del internauta) en el intercambio de información y la generación de conocimiento.

Lo que es, o no es 2.0, tampoco está completamente establecido. Por ejemplo, en sentido estricto los foros son más abiertos y colaborativos (mas 2.0) que los blogs, aunque la blogosfera es un fenómeno mucho más reciente.

También es cierto que con su popularización, el término 2.0 ha adquirido la categoría de herramienta de marketing. Durante el desarrollo de las TIC hemos asistido al uso sucesivo de estos términos “talismán” que se han ido utilizando de forma consecutiva aplicándose a cualquier producto que quisiera pasar el aval de “lo innovador”. Así las cosas fueron “multimedia”, luego fueron “interactivas”. . . y así sucesivamente hasta llegar a lo “2.0” –da igual que sean coches que chupachups-. Es por esto que me referiré principalmente al “nuevo Internet” como aquello que está llegando pero que diferirá significativamente de lo que conocemos.

Internet es un campo de batalla entre lo abierto, colaborativo y (generalmente) gratuito, y lo acotado, con derechos y (generalmente) de pago. Creo que es un error asociar adjetivos a una u otra tendencia, ya que no se trata de bueno o malo sino simplemente de los polos contrapuestos que, sin duda, acabarán llegando a un equilibrio.

Estos polos opuestos abarcan multitud de aspectos, que además se interrelacionan entre sí:

  • El software libre lucha con las licencias de usuario. Su punto medio, el SaaS (la venta de software como un servicio)
  • La computación distribuida (hardware y software propio) lucha con el cloud computing (información y herramientas en la red).
  • Los derechos de autor luchan con el uso libre de la información. Su punto medio, las licencias Creative Commons.
  • Las publicaciones científicas de pago luchan con el Open Access (o acceso gratuito a la información).
  • Las pantallas de plasma de la sala de estar, luchan con Internet en el teléfono móvil.

Y todavía hay mas tendencias: la Green Computing (las TIC basadas en la sostenibilidad y el ahorro de recursos), la Inteligencia Ambiental, la web semántica y sin barreras lingüísticas, la Autonomic Computing (o la gestión automática del software). . .

Lo que está claro es que Internet solo ha dado sus primeros y balbuceantes pasos, y lo mejor está por llegar. Y llagará cuando la tecnología, la sociedad, las infraestructuras y los mercados estén maduros.

Por el momento, descubrimos nuevas aplicaciones, vislumbramos tendencias, y observamos cómo los gigantes (corporaciones de hardware, de software, de conocimiento, proveedores de acceso y generadores de opinión) tratan de alinearse con un panorama en continuo movimiento, donde los modelos de negocio y la autosostenibilidad de los sitios aún no está definida.

Posiblemente, la aproximación más acertada a lo que finalmente ha de ser, resulta de un fino equilibrio entre los intereses de empresas y ciudadanos.

¿Para los próximos años? Pues posiblemente todo a la vez, según nuestras necesidades de cada momento. Internet en el móvil, pero sobre todo para consultar mapas e información urgente; Internet en el cuarto de estar, pero sobre todo para actividades de ocio; Cloud Computing, pero sobre todo para solventar la movilidad y con potentes herramientas de sincronización. . .

Sin embargo, el cambio más importante para los próximos años no estará en la tecnología, sino en nuestro modo de usar la red.

La web 2.0 es la segunda “edad de la inocencia” de Internet. En la época de los Gopher y del comienzo del correo electrónico, el uso de la red estaba asociado a un sentimiento de comunidad. Había redes sociales informales (como mucho, listas de distribución) y podías escribir a cualquier internauta para solicitar información o ayuda de cualquier tipo,(también es cierto que entonces no había spam).

Actualmente, nos movemos en la 2.0 casi con la misma ingenuidad aunque sin embargo nos exponemos a más peligros. No tenemos más que entrar en páginas como www.123people.es para descubrir que hay más información en la red sobre nosotros de la que sospechábamos y deseábamos.

Y los peligros son reales. Algo aparentemente molesto pero inocuo como el spam es capaz de colapsar redes, disminuir la productividad y generar importantes pérdidas. Pishing, malware, suplantaciones de identidad, etc.

Sin duda, acabaremos usando Internet con más cuidado, y al igual que tenemos una vida privada y otra pública, seremos capaces de mantener esta frontera también en la red.

Deberemos acreditar que somos quien decimos ser, para acceder a la mayoría de servicios (firma electrónica, sistemas de reconocimiento); no ofreceremos nuestros datos con tanta alegría a la hora de registrarnos (uso de algo parecido al openID), usaremos siempre sistemas de encriptación y seguridad para nuestras comunicaciones y, sobre todo, utilizaremos espacios físicos diferentes para distintas actividades (el PC de sobremesa para lo mas privado, TV/Internet para lo menos).

Si, en Internet lo mejor está por llegar, pero todavía tenemos que aprender a usarlo.

Ignacio Basagoiti

Tecnologias para la Salud y el Bienestar (TSB) S.A.